

La fotografía con luz natural utiliza el sol como fuente de luz. La luz disponible del sol varía con la hora del día por lo que un día soleado proporciona una iluminación completa, mientras que un día nublado puede aportar textura y matices a un fotógrafo. A la hora de experimentar con luz natural hay que tener especial cuidado con la dureza de las sombras generadas por el foco directo.